Es muy común escuchar decir “busco
a una persona que me ame”. Y aunque esto es algo muy importante en cualquier relación
de pareja, habrá que observar aquí, que esto solo se trata de un tercio de la ecuación
para formar una sana y feliz relación.
Cuando te centras en encontrar
una persona que te ame o cuando te centras en que la pareja que tienes te ame, corres el
riesgo de que eso suceda y que los otros aspectos queden fuera sin ser
considerados. Que alguien te ame no es suficiente.
El universo es muy literal y
cuando solo le planteamos una parte del todo, el nos envía solo esa parte. En cuestiones
de pareja es muy importante que ambos se amen, que ambos quieran formar esa relación
y que estén dispuestos a apoyarse mutuamente. Tienen que tener cierta
inteligencia para saber llevar la danza de la mente
y el corazón en equilibrio.
Por eso creo que la formula
completa consiste en:
1.- Que ames a esa persona tal
cual es
2.- Que ella te ame tal cual eres
y
3.- Y que ambos estén dispuestos
a trabajar activa e inteligentemente en pos del bienestar de la relación.
Puede ser más importante que
encuentres a alguien a quien amar a que encuentres a alguien que te ame. Cuando
amas tienes la posibilidad de experimentar la dicha de ver y sentir el amor a través
de esa persona. Y eso ya tiene su recompensa por sí solo. No necesitas más que expresar
ese amor.
Cuando decimos la frase: “busco a
alguien que me ame” no estamos haciendo la petición completa al Universo. En
ese caso, lo que nuestro subconsciente busca es que alguien nos quiera como una
manera de sanar esos huecos de afecto que se han creado en nuestra niñez. Se hace
exquisita la sensación de que nos presten atención, que nos den un lugar, que
nos pregunten qué queremos, que nos hagan sentir que importamos a alguien.
Imagina el desorden energético que
se crea cuando buscamos a una persona que nos ame como centro de la relación. Imagina
cómo podemos formar relaciones sanas y felices si ambos están buscando eso mismo.
Puedes sentirte feliz con esa persona porque te ama, pero no necesariamente porque
le ames. Si no le amas, no habrá sustento suficiente para amortiguar sus partes
oscuras. Pensarás que la expresión de sus partes oscuras indica que ha dejado
de quererte. Verás monstruos donde no los hay. Este es uno de los problemas más
grandes que enfrentan las relaciones de pareja en la actualidad.
La gran mayoría de las personas
espera subconscientemente que le quieran como una prioridad en su relación.
Esperan que el otro se encuentre cien por ciento disponible y que siempre esté
dispuesto a mostrar el gran amor que siente.
Debido a que esto no es
equilibrado ni natural, cualquier signo de no estar dispuesto o atento a tu
persona puede ser motivo para pensar que ya no te aman. Esto comienza a generar
incertidumbre y/o angustia porque te entrega una señal de que puedes volver a
quedar solo y sin amor. Se genera una exageración de cualquier cosa que puede
desencadenar malos entendidos y discusiones.
Las otras dos partes de la ecuación
son vitales para no gatillar estallidos y donde todo puede ser analizado bajo
la paciente, amorosa y cálida luz del amor. Cuando amas estarás atento al bienestar
del otro y aumentarás las chances de que esa persona quiera estar contigo en
todo momento. Ambos estarán más dispuestos a colaborar al entendimiento,
tendrán mucha más paciencia, más facilidad para comprenderse y llegar a la raíz
de cada dificultad que pueda presentarse.
Para que el universo comprenda tu
pedido y te ayude a encontrar la persona más adecuada, completa tu pedido e incluye
el máximo de detalles. Que te ame puede ser no suficiente. Amate a ti mismo, esa es la primera persona que tienes que encontrar que te ame, ese eres tú mismo. Así tendrás un piso firme para transitar los caminos del amor.
Luego encuentra a quien te permita el privilegio de amar y formar una relación madura y sabia.
Luego encuentra a quien te permita el privilegio de amar y formar una relación madura y sabia.
Patricia González
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